Libro en inglés (Tapa dura)

La belleza en el ajedrez se manifiesta de distintas maneras. Para los jugadores que no tienen un conocimiento muy sofisticado, uno de los principales criterios estéticos suele ser el valor de la pieza ofrecida. En cambio, un jugador experimentado valorará ante todo la originalidad y la pureza de la idea.

Ocurre que, en ocasiones, la clave de una posición es un movimiento aparentemente discreto. Este tipo de situaciones siempre me han impresionado especialmente. En primer lugar, por su misterio: ¿por qué uno de varios movimientos que parecen equivalentes resulta ser mucho más fuerte que los demás? En segundo lugar, porque un movimiento modesto puede cambiar radicalmente la evaluación de una posición ya establecida e incluso modificar de inmediato el resultado de la partida.

¿De dónde surgió la idea para este tipo de obra?

Hay dos razones. La primera, que al revisar la literatura ajedrecística, no encontré ninguna publicación centrada en los movimientos silenciosos, ya que lo habitual es que solo se presenten entre tres y ocho ejemplos. La segunda, es que siempre nos ha causado cierta tristeza cuando alguien no es capaz de ver la belleza, por ejemplo, de las montañas (porque "solo son rocas") o de la arquitectura (porque "la Torre Eiffel es solo hierro"), etc. Lo mismo ocurre con un gran grupo de jugadores de ajedrez, que valoran únicamente el tamaño de la pieza que se sacrifica o la victoria obtenida. Sin embargo, uno puede perder una partida y sentir una gran satisfacción si, por ejemplo, encontró un movimiento silencioso y brillante en su juego.

Beauty in chess manifests itself in different ways. For chess players who are not sophisticated enough, one of the leading aesthetic criteria is probably the value of the offered piece. An experienced player will primarily value the originality and purity of the idea. It happens that a key to a position is a seemingly discreet move. Situations like these have always impressed me the most. Firstly, by their mystery: why does one of several apparently equivalent moves turn out to be much stronger than the others? Secondly, a modest move can radically change a well-established position assessment and even change the outcome of the game straight away. Where did the idea for this kind of work come from? There are two reasons. Firstly, while browsing chess literature, I have not found a publication focusing on quiet moves, as most often, only three to eight examples are given. Secondly, we have always felt sorry for a person who cannot see beauty, for example of mountains (as these are just rocks) or architecture (as the Eiffel Tower is just iron), etc. The same applies to a large group of chess players, who value only the size of the piece they offered or the victory. However, one can lose a game and feel satisfaction because, for example, they found a stunning quiet move in their game.