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Colegios

¿Por qué ajedrez?

¿De verdad sirve para algo jugar al ajedrez?

Intentaremos dar una respuesta.

Podemos resumir su utilidad práctica en que:

 

  • Favorece la agilidad mental, el esfuerzo intelectual y la capacidad de concentración.
  • Contribuye a favorecer el desarrollo de la personalidad del individuo.
  • Es socializador e integrador: pueden jugarlo simultáneamente padres e hijos, mayores y pequeños, niños y niñas…
  • Es una actividad sana, sin peligro físico de ningún tipo.
  • ¡Y además es divertido!

 

Así, si sumamos sus virtudes pedagógicas y psicológicas, podemos considerar el ajedrez como uno de los deportes más completos que existen.

Nuestra sociedad requiere individuos capaces de solucionar problemas, propios o ajenos, y para ello el ajedrez fortalece su capacidad de enfrentarse a la vida cotidiana, ya que se trata continuamente de resolver situaciones concretas encontrando alternativas y determinando su valor.

Por ello, los centros educativos, y las asociaciones de padres y madres de alumnos, que desempeñan una labor muy importante una vez finalizada la jornada escolar, cada vez más organizan esta actividad extraescolar o complementaria, ayudando además a los padres a solventar el desajuste entre su jornada laboral y la escolar de sus hijos.

 

Fundamentación pedagógica

Las actividades que realizan los alumnos de los centros educativos tienen un alto grado de influencia en la formación de su personalidad.

El ajedrez contribuye de modo decisivo a la modelación y consecución de conductas positivas en niños en edad escolar.

Podemos citar efectos de la práctica del juego del ajedrez:

 

  1. Desarrolla el CONCEPTO ÉTICO

El ajedrez es un juego de reglas, de normas. Para jugar una partida es necesario observarlas y respetarlas, y su mera infracción ya de por sí produce rechazo en los jugadores. Cuando el niño/a está entre los 7 y los 12 años desarrolla una moral autónoma, adquiere capacidad para discernir entre bien y mal conforme a lo que ha aprendido. El ajedrez es una práctica que favorece el sentido de la ética y de la justicia, de modo indirecto.

 

  1. Estimula la CREATIVIDAD

En ajedrez, para intentar ganar una partida hay que crear. Es necesario colocar las piezas de una determinada manera, teniendo en cuenta todo un contexto. Y ahí es donde el jugador crea en su mente la posición, y la ha de llevar al tablero. Dependiendo de los movimientos del contrario, deberá adaptar su idea a las circunstancias, forzando a reconsiderar una y otra vez la idea inicial para llevarla a la realidad. La creatividad se ve así estimulada en un alto grado.

 

  1. Favorece la CAPACIDAD DE DECISIÓN y el ESPÍRITU CRÍTICO

Desde el primer momento de la partida el jugador se ve obligado a decidir. Sería imposible jugar una partida sin tomar decisiones que tienen efectos inmediatos en ella. Los alumnos se acostumbran a tomar decisiones teniendo en cuenta diferentes elementos, y lo llegan a ver como algo natural.

Al estudiar diferentes opciones, cada una con sus puntos débiles y fuertes, y bien diferentes, el alumno toma decisiones que se corresponden más con su carácter, y establece juicios de valor sobre situaciones concretas.

 

  1. Estimula la CAPACIDAD MATEMÁTICA

El ajedrez consiste también en cálculo. En cada partida debemos calcular las variantes que se producen tras un hipotético movimiento; las piezas tienen un determinado valor; nos enfrentamos a conceptos matemáticos, puesto que los movimientos de las piezas obedecen a patrones geométricos; los planes consisten en el cálculo de una sucesión de movimientos… El jugador de ajedrez se acostumbra a tener en cuenta factores matemáticos de modo inconsciente.

 

  1. Estimula la MEMORIA y la CAPACIDAD DE ATENCIÓN

Durante la partida, el ajedrecista ha de recordar posiciones ya aprendidas y aplicar el modelo ya conocido en un tiempo pasado al momento actual.

Igualmente el jugador ha de esforzarse por estar atento durante todo el juego, ya que cualquier descuido le puede suponer la pérdida la partida. La práctica regular del juego ayuda a estimular la capacidad de atención de los alumnos.

 

Algunas experiencias

Hay experiencias que se han llevado a cabo en todo el mundo por reputados investigadores educativos que han comprobado los beneficios del ajedrez desde hace ya muchas décadas. Las más conocidas son las de Frank en 1974, Stephenson en 1979 y Cristiansen en 1981.

¿De verdad sirve para algo jugar al ajedrez?

Intentaremos dar una respuesta.

Podemos resumir su utilidad práctica en que:

 

  • Favorece la agilidad mental, el esfuerzo intelectual y la capacidad de concentración.
  • Contribuye a favorecer el desarrollo de la personalidad del individuo.
  • Es socializador e integrador: pueden jugarlo simultáneamente padres e hijos, mayores y pequeños, niños y niñas…
  • Es una actividad sana, sin peligro físico de ningún tipo.
  • ¡Y además es divertido!

 

Así, si sumamos sus virtudes pedagógicas y psicológicas, podemos considerar el ajedrez como uno de los deportes más completos que existen.

Nuestra sociedad requiere individuos capaces de solucionar problemas, propios o ajenos, y para ello el ajedrez fortalece su capacidad de enfrentarse a la vida cotidiana, ya que se trata continuamente de resolver situaciones concretas encontrando alternativas y determinando su valor.

Por ello, los centros educativos, y las asociaciones de padres y madres de alumnos, que desempeñan una labor muy importante una vez finalizada la jornada escolar, cada vez más organizan esta actividad extraescolar o complementaria, ayudando además a los padres a solventar el desajuste entre su jornada laboral y la escolar de sus hijos.

Fundamentación pedagógica

Las actividades que realizan los alumnos de los centros educativos tienen un alto grado de influencia en la formación de su personalidad.

El ajedrez contribuye de modo decisivo a la modelación y consecución de conductas positivas en niños en edad escolar.

Podemos citar efectos de la práctica del juego del ajedrez:

 

  1. Desarrolla el CONCEPTO ÉTICO

El ajedrez es un juego de reglas, de normas. Para jugar una partida es necesario observarlas y respetarlas, y su mera infracción ya de por sí produce rechazo en los jugadores. Cuando el niño/a está entre los 7 y los 12 años desarrolla una moral autónoma, adquiere capacidad para discernir entre bien y mal conforme a lo que ha aprendido. El ajedrez es una práctica que favorece el sentido de la ética y de la justicia, de modo indirecto.

 

  1. Estimula la CREATIVIDAD

En ajedrez, para intentar ganar una partida hay que crear. Es necesario colocar las piezas de una determinada manera, teniendo en cuenta todo un contexto. Y ahí es donde el jugador crea en su mente la posición, y la ha de llevar al tablero. Dependiendo de los movimientos del contrario, deberá adaptar su idea a las circunstancias, forzando a reconsiderar una y otra vez la idea inicial para llevarla a la realidad. La creatividad se ve así estimulada en un alto grado.

 

  1. Favorece la CAPACIDAD DE DECISIÓN y el ESPÍRITU CRÍTICO

Desde el primer momento de la partida el jugador se ve obligado a decidir. Sería imposible jugar una partida sin tomar decisiones que tienen efectos inmediatos en ella. Los alumnos se acostumbran a tomar decisiones teniendo en cuenta diferentes elementos, y lo llegan a ver como algo natural.

Al estudiar diferentes opciones, cada una con sus puntos débiles y fuertes, y bien diferentes, el alumno toma decisiones que se corresponden más con su carácter, y establece juicios de valor sobre situaciones concretas.

 

  1. Estimula la CAPACIDAD MATEMÁTICA

El ajedrez consiste también en cálculo. En cada partida debemos calcular las variantes que se producen tras un hipotético movimiento; las piezas tienen un determinado valor; nos enfrentamos a conceptos matemáticos, puesto que los movimientos de las piezas obedecen a patrones geométricos; los planes consisten en el cálculo de una sucesión de movimientos… El jugador de ajedrez se acostumbra a tener en cuenta factores matemáticos de modo inconsciente.

 

  1. Estimula la MEMORIA y la CAPACIDAD DE ATENCIÓN

Durante la partida, el ajedrecista ha de recordar posiciones ya aprendidas y aplicar el modelo ya conocido en un tiempo pasado al momento actual.

Igualmente el jugador ha de esforzarse por estar atento durante todo el juego, ya que cualquier descuido le puede suponer la pérdida la partida. La práctica regular del juego ayuda a estimular la capacidad de atención de los alumnos.

 

Algunas experiencias

Hay experiencias que se han llevado a cabo en todo el mundo por reputados investigadores educativos que han comprobado los beneficios del ajedrez desde hace ya muchas décadas. Las más conocidas son las de Frank en 1974, Stephenson en 1979 y Cristiansen en 1981.