De todas las partidas que se juegan en el mundo, una de cada cinco comienza de modo diferente a 1 e4 o 1 d4.

En las aperturas de flanco (Inglesa, Zukertort, Ataque Indio de Rey, Reti, Benko, Larsen y Bird entre otras) las blancas controlan el centro a distancia y esperan el momento oportuno para ocuparlo con peones. Constituyen una parte fundamental de la visión estratégica moderna, donde el potencial dinámico de las piezas adquiere especial importancia.

En muchos libros de ajedrez, incluidos los llamados «jugada a jugada», las anotaciones se llenan de líneas alternativas y se comentan otros caminos sin aclarar del todo por qué se ha movido así y no de otra manera. Ante, por ejemplo, 25 a3 son frecuentes las notas del tipo «en caso de 25 c4…», «otra posibilidad era…», «también podía jugarse…», o «resultaba mejor…». Aquí se procura evitar esa práctica si no va acompañada de una comprensión suficiente de la idea central que ha impulsado la mano hacia la pieza.