Eugene Salomon Rugarcía podría haber tenido una vida plácida en su Gijón natal, pero los vientos huracanados de guerras y revoluciones convulsionaron su existencia hasta lanzarle a miles de kilómetros de su hogar. En ese largo peregrinar se perdió un futuro maestro de ajedrez cuyos brillantes comienzos le convirtieron en una de las grandes promesas del ajedrez español.

Siempre acercándose y alejándose del ajedrez, pudo jugar con Alekhine en 1944 y luchó de tú a tú con los maestros españoles más destacados. Más adelante compitió con éxito en el ajedrez cubano y lo volvió a hacer, muchos años después, en el ajedrez estadounidense, jugando con fuerza y brillantez una vez superados los 60 años. Haciendo malabarismos, este ajedrecista longevidad extraordinaria, casi única en la historia del ajedrez, consiguió conciliar sus interrumpidas apariciones en los tableros con su vida familiar y laboral, logrando por el camino un gran éxito en el mundo de los negocios, encarando su vida con una pasión que le permite seguir en activo como consultor a los 92 años… una historia que merece ser contada y que se encuentra bien guardada entre las páginas de este libro.

Pero no se encuentran únicamente ante la historia de Gene Salomon, también encontrarán una parte de la historia del siglo XX, que el protagonista vivió en primera persona, con alguna anécdota que no dejará indiferente a nadie. Leyendo con atención, también hallarán varias, y valiosas, lecciones de vida, de esas que sólo puede dar el que ha pasado por situaciones difíciles y comprometidas.