"Los peones son el alma del ajedrez." Todos hemos escuchado esta frase más de una vez en nuestra vida ajedrecística y se la debemos al gran jugador francés François-André Danican, conocido como Philidor, considerado uno de los mejores jugadores de ajedrez del siglo XVIII.

No es sorprendente que con esta forma de pensar, revolucionara el ajedrez, que hasta entonces se centraba casi completamente en ataques directos al rey. Con esto, también cambió la forma de entender y jugar las aperturas, en las que introdujo un nuevo concepto para la época: que los peones deberían estar por delante de las piezas.

Teniendo esto en cuenta, se puede entender mucho mejor la defensa que creó, en la que se cumplen todas estas reglas y la importancia de la estructura de peones es máxima.